viernes, 8 de octubre de 2010

Hablemos en serio... digo en serie

     Hoy para "estrenar" mi blog, os voy a hablar de series de televisión. "¡Vaya sorpresa!"- pensaréis algunos - "Ángel hablando de series". Pero no os preocupéis que no voy a hablar de Friends (al menos no de momento). Hoy quería destacar dos series que empecé a ver el año pasado y que me tienen absolutamente enganchado. 

     La primera de ellas, es The Big Bang Theory. Para los que no la conozcáis, deciros que se trata de una sitcom divertidísima, en la que 4 cerebritos - por llamarlos de alguna forma - se enfrentan a la dura realidad de tener que relacionarse con el mundo de a pie. La historia comienza cuando Penny, una chica nueva - de inteligencia, digamos, normal - se muda al piso de enfrente de Sheldon y Leonard - dos físicos, uno teórico y otro experimental - y poco a poco se va haciendo su amiga con todo lo que ello supone. El elenco de personajes se completa con Raj, astrofísico de origen hindú, y Howard, ingeniero aeroespacial que aun vive con su madre.

     Lo mejor de esta serie, desde mi punto de vista, es la visión del mundo que tiene cada personaje. Sheldon - el mejor personaje, sin ninguna duda -se considera infinitamente superior en cuanto a inteligencia se refiere, al resto de los humanos. Leonard es una persona tremendamente insegura a pesar de ser el más normal de todos y el que más fácil tendría encajar como uno más en la sociedad. Raj, es un hindú de buena familia que emigra a EEUU para ganarse la vida pero que sufre de un gran problema - mutismo selectivo - cuando se enfrenta a las mujeres. Howard, además de vivir con su madre y recibir las burlas de algunos por no tener un doctorado - solo tiene un máster - vive pensando que todas las mujeres se sienten atraídas por él, lo que da lugar a infinidad de situaciones esperpénticas. Por último, Penny cree ser una buena actriz pero hasta que llegue su gran papel, trabaja como camarera. En cierta forma, siempre se ha sentido algo intimidada por la inteligencia de sus amigos.


     Con estos ingredientes sale una comedia audaz, sarcástica, llena de gags divertidísimos y sobre todo, muy inteligente. Actualmente acaba de empezar la cuarta temporada en EEUU, así que tenéis bastante material para disfrutar. Si empezáis a verla puede que os guste o no, pero seguro que no os dejará indiferente. Por cierto, aviso a navegantes. Sheldon Cooper solo ofrece dos opciones: os encanta u os desquicia. Ya veréis como no hay término medio.

     En segundo lugar, os quería hablar de Glee. Esta serie-musical se centra en la vida de unos estudiantes que pertenecen al grupo de canto del instituto. La serie, da una vuelta de 180 grados a lo que hasta ahora venían siendo las series de adolescentes. Es cierto que muchas han utilizado la música como una parte importante de su razón de ser, pero creo que en ninguna de ellas había tenido una relevancia tan marcada.

      Como os veo venir, os aviso de antemano. No os confundáis. Comparar Glee con High School Musical, es como comparar un huevo con una castaña. Sin embargo, negar que tienen alguna similitud, también sería absurdo. ¿En qué se parecen? Se parecen en que ambas utilizan el género musical, se desarrollan en la época estudiantil y en que, más o menos, coinciden temporalmente. Respecto a lo demás, en nada. Glee habla de integración, de superación y sobre todo, del talento que todos escondemos, seamos como seamos. Además, la calidad musical de Glee, es notablemente superior, sobre todo, a nivel vocal.


      Las historias que muestra Glee esconden un trasfondo social que va más allá de los simples problemas de instituto. La homosexualidad, la posición social, la superación de las adversidades, las apariencias, el abuso de ciertos grupos sobre otros o el miedo a afrontar el futuro se mezclan en un cóctel en el que la música es parte de la solución. También ayuda al éxito de la serie, el hecho de que la selección musical es bastante buena y que los actores no tienen nada que envidiar a aquellos de los cuales hacen versiones.

      En definitiva, si tenéis tiempo y ganas le podéis dar una oportunidad a estas dos series o al menos a alguna de ellas. Evidentemente, dependerá de vuestros gustos pero visto lo que emiten hoy en día en la televisión...

1 comentario:

  1. Sheldon Cooper no es tan ficticio como puede parecer, ya he comentado en alguna ocasión que tengo niños que van por un camino bastante paralelo al suyo. La serie no me parece un Boom, pero está entretenida y para pasar un buen rato es una buena elección. ^_^

    ResponderEliminar